Impactos y Vulnerabilidad

  • Introdución

    Iberoamérica es un ámbito geográfico enormemente diverso en lo ambiental (incluyendo la componente climática), social y económico por lo que, de igual forma, los efectos del cambio climático tienen manifestaciones e impactos muy distintos en cuanto a sus efectos e intensidad, tal y como se recoge en el 4º Informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) para la región Iberoamericana, que este epígrafe extracta.

    La adaptación al cambio climático es sin duda un asunto de suma importancia para la región iberoamericana. Los países en desarrollo y los grupos más desfavorecidos de la población que los habitan son los más vulnerables a los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos y de los cambios proyectados del clima.

  • Sectores y sistemas más vulnerables en los países de Latinoamérica

    Tendencias en la precipitación media anual. (a): América del Sur (1960-2000). Los incrementos se presentan con el signo + y las reducciones con O. (b): América Central y norte de América del Sur (1961-.2003). Los triángulos rojos indican tendencias positivas y los azules negativas. Fuente: 4AR IPCC WGII 2007

    Tendencias en la precipitación media anual. (a): América del Sur (1960-2000). Los incrementos se presentan con el signo + y las reducciones con O. (b): América Central y norte de América del Sur (1961-.2003). Los triángulos rojos indican tendencias positivas y los azules negativas. Fuente: 4AR IPCC WGII 2007

    El cambio climático se está manifestando en todos los países latinoamericanos que integran la RIOCC. Sus efectos se distribuyen de forma desigual en la región, en cuanto a la naturaleza, magnitud y sectores afectados, y las proyecciones indican que los impactos asociados a los futuros escenarios de cambio climático van a provocar un aumento de la vulnerabilidad de los países.

    Cambios observados en el sistema climático e impactos asociados

    Durante las últimas décadas se han observado cambios importantes de la precipitación e incrementos de la temperatura en la región. Se han registrado aumentos de precipitación en determinadas áreas (el sudeste de Brasil, Paraguay, Uruguay, la región Pampeana Argentina y algunas partes de Bolivia, Perú y Ecuador) y, por otra parte, se han observado tendencias decrecientes de la precipitación en otras áreas (en el centro-sur de Chile, sudoeste de Argentina, sur de Perú, oeste de Centroamérica, etc.). Con respecto a la temperatura, se han observado aumentos de aproximadamente 1º C en Mesoamérica y Sudamérica.

    La ocurrencia de desastres relacionados con el clima se viene incrementando desde la década de los noventa. Entre 1970-99 y 2000-05 los eventos extremos aumentaron 2,4 veces, continuando la tendencia observada durante los noventa. Huracanes, ciclones extratropicales, episodios de lluvias intensas y sequías inusualmente intensos se han registrado a lo largo de toda la región. El fenómeno El Niño reviste especial importancia, pues con frecuencia sus efectos ocasionan desastres naturales asociados a algunos de estos eventos extremos.

    Como consecuencia de los cambios observados en los parámetros climáticos se han producido diversos efectos e impactos en sistemas físicos y ecológicos.

    Numerosas áreas costeras bajas de América Latina son muy vulnerables al aumento del nivel medio del mar (NMM). En el sudeste de Sudamérica la tasa de aumento del NMM se incrementó de 1 a 2-3 mm/año durante los últimos 10-20 años. Cuando junto a este aumento del NMM se suman otros fenómenos y eventos extremos tales como las mareas de tormenta o precipitaciones intensas, el riesgo asociado aumenta.

    Con respecto a los recursos hídricos, identificado de forma unánime como sector de alta prioridad con relación a la adaptación al cambio climático en todos los países de la RIOCC, su sensibilidad al cambio climático es muy elevada, y tiene implicaciones evidentes para otros sectores tales como la generación de energía, la agricultura, la salud, etc. Se han observado aumentos significativos en los caudales de los ríos Amazonas, Uruguay, Paraná y Paraguay que, en ocasiones, han provocado inundaciones con serios impactos.

    Otros impactos observados en sistemas físicos y biológicos incluyen los relativos a la aceleración del retroceso de los glaciares, con implicaciones sobre el abastecimiento de aguas y la producción hidroeléctrica, siendo la región andina de Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, y el Sur de Chile y Argentina las subregiones más afectadas; el aumento de la sensibilidad a la ocurrencia de incendios en las selvas tropicales de América Latina, particularmente la Amazónica, debido a la mayor frecuencia de sequías; la reducción y en ocasiones extinción, de determinadas poblaciones de anfibios en América Central y América del Sur asociadas a temperaturas elevadas; la alteración del hábitat de manglares debido al ascenso del NMM, el aumento de temperatura y la frecuencia e intensidad de los huracanes, etc.

    El sector agropecuario también ha registrado algunos impactos relativos al rendimiento de las cosechas y la cabaña ganadera, la modificación de los ciclos agrícolas, la alteración en la dinámica de plagas y enfermedades, etc.

    La salud es otro sector altamente vulnerable al cambio climático. En Latinoamérica existen muchas enfermedades relacionadas directamente con parámetros climáticos, tales como la malaria, el dengue y otras enfermedades vectoriales. Las olas de calor también provocan importantes efectos en la morbi-mortalidad.

  • Proyecciones de cambio climático e impactos asociados

    Cambios proyectados en la temperatura para grandes subregiones del Centroamérica y América del Sur. Los rangos indicados recogen las estimaciones de cambio de siete modelos climáticos globales y consideran cuatro escenarios de emisión de GEI. Fuente: 4AR IPCC WGII 2007

    Est = Estación, DEF = Diciembre/Enero/Febrero, JJA = Junio/Julio/Agosto

     
    Cambio en temperatura (ºC) Estación 2020 2050 2080
    América Central Est. Seca +0.4 a +1.1 +1.0 a +3.0 +1.0 a +5.0
    América Central Est. Húmeda +0.5 a +1.7 +1.0 a +4.0 +1.3 a +6.6
    Amazonía Est. Seca +0.7 a +1.8 +1.0 a +4.0 +1.8 a +7.5
    Amazonía Est. Húmeda +0.5 a +1.5 +1.0 a +4.0 +1.6 a +6.0
    Sur de Sudamérica Invierno (JJA) +0.6 a +1.1 +1.0 a +2.9 +1.8 a +4.5
    Sur de Sudamérica Verano (DEF) +0.8 a +1.2 +1.0 a +3.0 +1.8 a +4.5

    Cambios proyectados en la precipitación para grandes subregiones del Centroamérica y América del Sur. Los rangos indicados recogen las estimaciones de cambio de siete modelos climáticos globales y consideran cuatro escenarios de emisión de GEI. Fuente: 4AR IPCC WGII 2007

    Est = Estación, DEF = Diciembre/Enero/Febrero, JJA = Junio/Julio/Agosto

    Cambio en precipitación (ºC) Estación 2020 2050 2080
    América Central Est. Seca -7 a +7 -12 a +3 -20 a +8
    América Central Est. Húmeda -10 a +4   -15 a +3 -30 a +5
    Amazonía Est. Seca -10 a +4 -20 a +10 -40 a +10
    Amazonía Est. Húmeda -3 a +6 -5 a +1 -10 a +10
    Sur de Sudamérica Invierno (JJA) -5 a +3 -12 a +10 -12 a +12
    Sur de Sudamérica Verano (DEF) -3 a +5 -5 a +10 -10 a +10

    La mayoría de las proyecciones de los modelos de circulación general indican anomalías de precipitaciones relativamente grandes (positivas y negativas) para las zonas tropicales de América Latina y menores para Sudamérica extratropical. Además, es probable que en el futuro aumente la frecuencia de ocurrencia de eventos climáticos extremos, sobre todo la frecuencia e intensidad de los huracanes en la cuenca del Golfo de México y el Caribe.

    Considerando los cambios observados y las proyecciones futuras de cambio climático, se estima que los impactos afectarán en mayor o menor medida a todos los sectores y áreas de la región.

    Ejemplos de impactos regionales en el continente americano asociados a distintos niveles de calentamiento global. Fuente: TS, 4AR IPCC WGII 2007

    Cambios en las temperaturas medias globales respecto al periodo 1980-1999 (ºC)

    Con relación a los recursos hídricos, se estima que para el año 2020 el incremento neto del número de personas que experimentan tensiones con respecto a la disponibilidad de agua, debido al cambio climático, oscile entre los 12 y 81 millones, mientras que, para mediados del siglo, la reducción potencial en la disponibilidad de agua y el aumento de la demanda por parte de una población regional creciente, podrían elevar esas cifras a entre 79 y 178 millones de personas.

    Las zonas que, para su sistema de abastecimiento de agua potable y producción de energía hidroeléctrica, aprovechan los sistemas glaciares de las montañas andinas se verán seriamente afectadas; esto es aplicable a amplias áreas de Colombia, Ecuador y Perú. Las ciudades costeras pueden registrar efectos negativos en sus sistemas de suministro y depuración de aguas relacionados con el aumento del nivel medio del mar (NMM) y la intrusión salina asociada.

    Es muy probable que los aumentos esperados en el NMM, la variabilidad climática y los fenómenos extremos afecten las áreas costeras. En el futuro, se proyectan impactos adversos sobre:

    • áreas costeras bajas (p. ej.,en El Salvador, la costa del Golfo de México y la costa de la provincia de Buenos Aires en Argentina)
    • edificios y turismo (p. ej.,en México y Uruguay)
    • pesquerías y actividades asociadas (p. ej., en Perú)
    • manglares y arrecifes (p. ej., en México, Centroamérica, Brasil, Ecuador, Colombia y Venezuela)
    • disponibilidad de agua potable (p. ej., en la costa del Pacífico de Costa Rica, Ecuador y el estuario del Río de la Plata

    En particular, es muy probable que el aumento del NMM afecte los arrecifes de coral Mesoamericanos (p. ej., en México, Belice y Panamá) y la ubicación de los cardúmenes en el sudeste del Pacífico (p. ej., en Perú y Chile). Los manglares ubicados en las costas bajas son particularmente vulnerables al ascenso del NMM, al aumento de temperatura, y a la frecuencia e intensidad de los huracanes (especialmente los de México, América central y el Caribe).

    Los distintos ecosistemas que albergan los países latinoamericanos de la RIOCC proporcionan importantes y críticos servicios ambientales a las sociedades de la región, y concentran importantes áreas con megabiodiversidad y alto grado de endemismo. Bajo el cambio climático futuro existe el riesgo de extinción de especies significativas en muchas áreas de Latinoamérica tropical. Las áreas ocupadas por muchas especies se transformarán en no aptas para las mismas a medida que el clima cambie, modificándose sustancialmente el mapa de distribución de las comunidades biológicas.

    Es muy probable que selvas y bosques sean reemplazadas por ecosistemas que tengan mayor resistencia a tensiones múltiples, causadas por incrementos en las temperaturas, sequías e incendios. Considerando las proyecciones futuras de cambio climático, se estima con una alta confianza que parte de la Amazonía y el sur de México serán reemplazadas por sabanas, y la vegetación semiárida en partes del nordeste de Brasil y en la mayor parte del centro y norte de México sería reemplazada por vegetación árida debido al efecto sinérgico de los cambios en el uso de la tierra y en el clima.

    Con relación al sector agrícola, a pesar de las incertidumbres en las proyecciones de los rendimientos en la región, los modelos de productividad agrícola proyectan comportamientos consistentes a nivel regional, tales como la reducción del rendimiento de arroz a partir del 2010 y el incremento del rendimiento de soja. Con respecto al maíz, se pueden esperar reducciones promedio del rendimiento del 10% para mediados del siglo XXI, aunque con una gran variabilidad espacial.

    Un mayor estrés térmico y menor disponibilidad hídrica reducirían los rendimientos agrícolas a un tercio en las zonas tropicales y subtropicales, donde los cultivos ya están cerca de su máxima tolerancia al calor. La productividad de praderas y pastizales se verá afectada por la pérdida del stock de carbono en suelos orgánicos y también por la pérdida de materia orgánica. Con relación al café, algunas áreas verán seriamente reducida su aptitud para este cultivo mientras que en otras su rendimiento disminuirá. Junto a estos impactos negativos en el sector agropecuario, es posible que se abran algunas oportunidades en cuanto a nuevas áreas aptas para determinados cultivos o incrementos en los rendimientos y productividad primaria.

    Se proyectan asimismo cambios en la incidencia y distribución de distintas enfermedades de transmisión vectorial, así como de aquellas asociadas a extremos térmicos.

    Proyecciones de cambios en los patrones de frecuencias de sequías en la región europea. En España y Portugal los modelos proyectan que las sequías actuales que tienen un periodo de retorno de 100 años pasarán a tener, por término medio, un periodo de retorno de 10 años para el horizonte temporal del año 2070. Fuente: 4AR IPCC 2007

    Sectores y sistemas más vulnerables en España y Portugal

    La Península Ibérica, las islas mediterráneas y los archipiélagos macaronésicos de España y Portugal son territorios que se encuentran entre los más vulnerables al cambio climático, según queda recogido en el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC.

    En esta región del Sur de Europa se proyectan importantes impactos del cambio climático a lo largo del siglo XXI, entre los que pueden señalarse, de acuerdo con las evaluaciones realizadas por el 4AR IPCC y el gobierno de España (ECCE):

    • Disminución de los recursos hídricos disponibles, más extrema en las cuencas áridas y semiáridas. Junto a la disminución global en la disponibilidad de agua, se prevé un aumento de la frecuencia y severidad de las sequías hidrológicas. Las condiciones para un aumento de la frecuencia y severidad de las crecidas se verán favorecidas, lo que supondrá un aumento de los fenómenos de erosión de suelos.
    • Agravamiento de los procesos de desertización que amenazan a extensas zonas de la Península Ibérica, especialmente en regiones áridas y semiáridas.
    • Disminución generalizada del carbono orgánico en el suelo como consecuencia del incremento de temperatura y del aumento de la sequía, en la región septentrional de la Península Ibérica.
    • Incremento de la vulnerabilidad forestal. Los bosques pueden llegar a ser emisores netos de carbono en la segunda mitad del siglo XXI. Los bosques de la Península Ibérica aumentarán su vulnerabilidad frente a plagas y enfermedades. Algunos perforadores y defoliadores pueden llegar a completar hasta dos ciclos de vida por año y/o incrementar su área de distribución.
    • Impactos en los sistemas agrícolas. Los agrosistemas más vulnerables son los cultivos extensivos de secano en zonas áridas y semiáridas, olivares, regadíos y cultivos forzados bajo plásticos.
    • Aumento del riesgo de incendio forestal.
    • Alteraciones en la distribución bioclimática de la biodiversidad, "mediterraneización" y "aridificación" de importantes áreas geográficas de la Península Ibérica